Me gusta leer, pero me da pereza

fuente: netflix.com

    He escuchado muchas veces, con el paso del tiempo, que hay personas que dicen lo mucho que les gusta leer, pero sienten gran dificultad a la hora de leer. También estoy seguro que nadie podría decir hoy día que leer es un oficio para perezosos o desocupados; si buscan en internet, por ejemplo, encontrarán miles de vídeos que te dicen: cómo leer más rápido, que leer es un superpoder, que leer es el hábito que nos llevará al éxito. Y tal vez tengan razón, nadie diría lo contrario. Sin embargo, por más beneficioso que sea el hábito de leer, aun siendo conscientes, muchas personas (tal vez yo en algún momento) diríamos algo así: "me gusta leer, pero qué pereza". Es como saber de la importancia de las verduras a la hora de la cena y preferir comerse una hamburguesa y una soda azucarada, todos los días.

    No se preocupen, no es ningún delito comer ciertas cosas de noche, como tampoco obligarnos a leer solo porque debe ser un hábito para personas altamente eficientes. 

"Yo creo que la pregunta más bien debería ser, 

buen Juan, ¿por qué me da pereza leer, 

qué hay de interesante leer?" 

    Está bien, es un hábito de personas altamente eficientes, pero la lectura, antes que nada es un hábito satisfactorio, que nos lleva a conocernos a nosotros mismos, que es la metáfora del hechizo perfecto. Finalmente En este post, quiero responder, según mi experiencia, por qué a veces no logramos tener ese hábito especial.

El TIEMPO

    Vivimos vidas aceleradas, el día se desvanece en nuestras manos. El poco tiempo que tenemos, luego del trabajo, las obligaciones y los compromisos se diluye en fatigas, y queremos simplemente, en el poco tiempo que nos queda, prender el televisor, colocar una serie en Netflix o hacer zapping. Si quieres comenzar con un buen hábito de lectura, busca un espacio en tu agenda en que estés tranquilo, sin fatiga. Por ejemplo, yo prefiero leer a las 5:00 a.m. antes de comenzar con mi día laboral; dedico más o menos 1 hora al día. Ahora con el pasar de los días naturalmente tu hábito estará consolidado.

"Si quieres comenzar con un buen hábito de lectura, 

busca un espacio en tu agenda 

en que estés tranquilo, sin fatiga".

 

TUS GUSTOS

    Otro de los puntos principales que no nos permite lograr nuestro hábito de lectura es el tipo de libros que lees. Aquí es cuestión de gustos, a no todos les gusta la literatura clásica, o leer novelas contemporáneas de autores sumamente eclécticos, que proponen puntos de vista, visiones de mundo, mostrando personajes complejos, que permiten un análisis profundo sobre la realidad. Es justo decir que cada libro está hecho a la medida de cada lector. Así que te recomiendo conectarte con los libros a partir de tus gustos personales; si abordas la lectura desde tus afinidades, tal vez encuentres el libro ideal para que empieces tu vida como lector. Algo así como leer sagas juveniles, libros sobres vampiros, jardinería, fútbol, ciencia, filosofía y autosuperación (tengo mis problemas con este tipo de lecturas, pero sé que hay lectores apasionados por este género, así que vale, a la carga).

"Es justo decir que cada libro 

está hecho a la medida de cada lector". 

LA CANTIDAD

    En cierta medida, hay lectores muy voraces que leen 1200 páginas a la semana y retienen un 80% o 90% de lo que leen. No hay nada de malo en ello, pero existen lectores que solo disfrutan de la lectura casual y se divierten aprendiendo. Si te sientes presionado por leer más páginas de las que puedes leer, tarde o temprano vas a abandonar tus hábitos, porque va a suponer una carga que suele ser imposible de sostener con el tiempo. Existen muchos géneros que nos ofrecen pocas páginas de una gran calidad: antología de cuentos, crónicas periodísticas, libros de aforismos, novelas cortas, compendios de varios géneros literarios. Empieza por algo pequeño y cuando te sientas con la capacidad de aumentar el número de páginas ve subiendo la cantidad.

"Si te sientes presionado por leer más páginas de las que puedes leer, 

tarde o temprano vas a abandonar tus hábitos, 

porque va a suponer una carga 

que suele ser imposible de sostener con el tiempo". 

VISITA LAS BIBLIOTECAS

    Es muy útil y además muy placentero estar rodeado de libros, mirarlos, tocarlos, tomar un libro en sus manos y leer las primeras páginas. Existe grandes metáforas con los libros, solo ahora, Hilda, la serie animada de Netflix, nos muestra una atmósfera particular, donde la brujería no es ya un culto oscuro, sino una posibilidad de aprendizaje, como si existiera una particular forma de magia en el acto de leer. De hecho, si alguno ha visto la serie, sabrá que (alerta de spoiler), la bibliotecaria es bruja. Otro ejemplo del mundo que abarca el libro como un objeto es el fascinante libro de Walter Moer, La ciudad de los libros soñadores, no existe una biblioteca mágica, sino una ciudad formada a partir de los libros, como si el mismo libro fuera un objeto mágico y valioso. 

EN CONCLUSIÓN

    No creas que si lees vas te vas a ver más intelectual o culto; la lectura no debe ser un medio para obtener un fin en específico, sino una necesidad fisiológica (si me permiten la metáfora), como respirar. Leer es la piedra angular que formó nuestra civilización, y creo además que cada uno debe buscar en su interior qué tipo de lector es. No creas que quien lea debe gustarle la música clásica o el teatro; cada uno debe formar su propia ciudad de los libros soñadores, y dicha ciudad puede ser tan alocada como pensar en un cocinero, lector y metalero, como un futbolista que es al mismo tiempo un curioso lector de relatos periodísticos, etc.... Las posibilidades son infinitas, y creo que, con esta nueva visión de lectura, no hay posibilidades de que nos de pereza leer.