dignidad femenina escrita por un hombre (opinión sobre el film "la fuente de las mujeres")



Luego de pasar tanto tiempo sin escribir algo es gratificante saber que he vuelto a escribir; pero ya como un ser fuera del ser, o como un espíritu fuera del espíritu. Se que no soy un crítico de cine, y mucho menos un profesional en la crítica. Por un lado mi profesión no permite que sea crítico de cine, y por otro no me atrevo a juzgar una buena o mala película. Creo que no tengo la autoridad para hacerlo; y eso es solo el principio para que fuera más un elogio o un canto hacia la naturaleza femenina que un despliegue de elocuencia desenfrenada. 
La primera vez que vi "la source des femmes" (la fuente de las mujeres) no pude evitar pensar lo importante que es para el mundo el hecho de que existan mujeres. El hecho de que existan es la razón de que existamos en un plano que fuere indicado o no. En otras palabras, podremos nacer en China, Argentina, México o Colombia y aún así ser concebidos por una mujer que es nuestra madre. El film (la fuente de las mujeres) da ese claro ejemplo del atropello moral que existen en algunos países fuertemente religiosos y fundamentalistas. Es un problema que estriba más en la condición cultural de un pueblo, que en la dignidad natural que cada humano tiene. Dado así de esta manera, diré que estoy por completo enamorado del personaje principal; una mujer llamada Leila, que lucha porque su pueblo sepa que existe y piensa por si sola como mujer. Y me convenzo de ello cuando en una parte de la película ella está sentada en la cama hablando con su esposo. Luego le hace una pregunta: "¿para ustedes los hombre que es una mujer?" el responde: "perdón, no te comprendo  ¿Acaso yo alguna vez te he faltado al respeto? ¿Que me quieres decir?". Ella lo mira y con un gesto de indignación y amor le dice: "simplemente que existo ¡Qué existo!". Es imposible no dimensionar el sentido tan profundo que tiene esta frase; justamente porque ayuda a reflexionar sobre el caso de una mujer que vive dentro de un mundo construido por hombres. Que el único alivio que encuentra en su alma es cuando habla con otras mujeres; porque en ellas siente refugio; y mientras tanto, en los muebles, mirando la pantalla de un televisor, concentrado en el futbol o en cualquier cosa está la imagen simbólica de macho desatento que tanto a hecho daño a la dignidad de la mujer. No es de esperar que uno piense así. En Colombia las tasas sobre el maltrato a la mujer han subido con proporciones escandalosas; por esta razón la realidad que muestra el film no está tan alejada de la realidad que vivimos. En todo caso la película nos da varios datos sobre el uso del Corán, las políticas trasadas en las aldeas musulmanas y la fuerte discriminación que hay con el cuerpo femenino. Creo que la película es una mezcla del más puro razonamiento social, la subjetividad de las artes interpretativas y el placer magnífico gracias a la belleza de esas mujeres. En todo caso la película nos brinda una gran solución: "la educación y la revolución"; dos cosas que siempre estarán dentro del espíritu humano a pesar de que no queramos aceptarlo. Serían muchas las cosas que escribiría para convencerlos de que vean esta película; pero si ustedes aman a las mujeres tanto como yo las amo, creo que no resistirán el deseo interno de poder verlas explotar su espíritu que es lo que como hombres no fascina de ellas. Pienso que las mismas mujeres (en muchos casos) no son conscientes de su poder. Sin el ánimo de generalizar, pareciera que las mujeres no supiera (o no se convencieran) del valor que tienen gracias a su dignidad; que gracias a este mundo machista "hambriento de dominio" terminó viendo la imagen de la mujer como una objeto sexual, un instrumento satánico, o solo un simple uso doméstico. En todo caso (y para finalizar) aún hoy estamos luchando contra nuestro gran enemigo; aquel que quiere destruir la forma en que pensamos, sin darnos de que pensar y dar a comunicar lo que pensamos es actor por voluntad propia más humano que pueda existir; ese (el enemigo) que estima la voluntad como un plato dominado y la belleza como la forma de poder común. Ese enemigo se llama "LA INGORANCIA"; y es la gran lección que recibo de esta increíble producción cinematográfica "la fuente de las mujeres"    

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