Pequeño ensayo sobre la búsqueda y la ocupación




Ese hombre, tan afligido por la muerte de su mujer y de su hijo único, que tiene esta gran queja que lo atormenta, ¿De que proviene que en este momento no está triste, y se le ve tan exento de todo pensamiento penoso e inquietante? No hay que extrañarse: acaban de sacar, en el juego, la pelota, y es preciso que la devuelva a su compañero; está ocupado en cogerla a la caída del tejado para ganar un chara; ¿Cómo queréis que piense en sus asuntos teniendo este otro asunto entre manos? He ahí un cuidado digno de ocupar esta grande alma, y de quitarle todo otro pensamiento del espíritu. Ese hombre, nacido para conocer el universo, para juzgar de todas las cosas, para regir todo un Estado, he ahí ocupado y todo lleno de cuidado por cazar una liebre. Y si no desciende hasta eso y quiere estar siempre en tensión, no será no será por eso menos necio, porque querrá elevarse por encima de la Humanidad y no es más que un hombre, a fin de cuentas, es decir, capaz de poco y de mucho, de todo y de nada; no es ni ángel, ni bestia, sino hombre.


Pensamientos de Blaise Pascal, número 176

los hombre se ocupan de seguir una pelota y una liebre; es el placer de los mismo reyes.

  Pensamientos de Blaise Pascal, número 177      

  •    La importancia del pensamiento y la búsqueda de respuestas vs la técnica y la ambición del ocio. 
    Entre las cuestiones más importantes con las que me he topado a sido con esta: la de el concepto de "búsqueda", algo que Pascal en sus pensamiento 176, 177 pronuncia de manera un poco desconsolada.  

Siendo el hombre hecho para ser cabeza del Estado, descubrir en su pensamiento la provisión inquietante de la realidad y conocer el universo, se encuentra muy ocupado cazando liebres; tan exhorto en sus facultades, llenos de un falso ocio que no comprende la raíz de lo que es el hombre (ser humano) en sí. 
Lejos de la época de Pascal la realidad de nuestro tiempo plantea preguntas inconclusas ¿Cual es la utilidad de pensar? Esta es una pregunta que pocos se responden; y, la academia se vuelve por poco, un lugar en donde reposa la incoherencia. Unos pocos se acercan, y me dicen: "No piense tanto, eso le hace daño" o "¡Muchacho no piense tanto, luego se confunde y termina peor!". Personalmente no me gusta mezclar la vida personal con algún ensayo; me parece ademas de vulgar, una completa falta de respeto con el lector; pero en esta ocasión viendo la importancia del pensamiento y su uso, a resaltado como un buen ejemplo. En fin, las personas que me dijeron esto se ocupan tanto de su cotidianidad que ni resulta apetecido pensar en la "trayectoria" de "ser", la historia, la mente, el pensamiento  y que tiene el "alma" en la existencia; es más, no les importa porque para dichas personas el trabajo de pensar es inoficioso. Ahora bien trayendo a colación a Pascal, el hombre noble, que se ocupa del buen vivir, se preocupa por su ocupación; entonces, ocuparnos en pensar del porque de las cosas, del ser y del no ser, de la nada o de algo; de la existencia como la razón de la misma existencia, la autonomía de la razón, el porque de Dios, su existencia y su trascendía en el mundo, el razonamiento, la dicha de la moral y su estudio en la ética, la historia y el porque de la historia.
La búsqueda como acabamos de ver, no solo pertenece al marco de las opciones derivadas de la experiencia, o la llamada técnica u oficio. En conclusión la forma misma de la palabra búsqueda, ocupación y pensamiento (razón y verdad) no son temas vulgares o inoficiosos, pues en la misma definición de las palabras expuestas está encerrada todo lo que en un tiempo pasado (y ahora precisamente) podemos llamar sabiduría; y que encierra otra de las coyunturas y esferas de lo que llamamos vida. Los hombre buscan respuestas, acontecimientos y salidas para explicar su realidad. Es parte del ser humano, de su psique y de su humanidad; lo que nos separa precisamente del animal, es no solo pensar, sino la buscar respuestas a nuestras preguntas. 

  • La búsqueda como tal
Precisamente, la "búsqueda" no está raída en un acontecimiento existencial nada más, sino que pertenece a una esfera de comprensión, un fenomenología de lo que trata en sí, hallar  respuestas. Una fenomenología de la búsqueda. Es como si buscar fuera una de las ocupaciones más importantes de vida humana; y así entre paso y paso, devolvemos el valor de la vida, su misterio y razón. 
La "búsqueda" y el "hombre" son cosas que entran en la contemplación y comprensión de la vida misma.   
      

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